miércoles, 21 de mayo de 2014

Alcazaba

          La alcazaba árabe de Mérida es un fortaleza musulmana, que forma parte del sitio denominado "Conjunto Arqueológico de Mérida", Patrimonio de la Humanidad. Situada junto al puente romano del río Guadiana, constituye uno de los mejores ejemplos de construcción defensiva del periodo islámico, además de tratarse de la más antigua fortificación defensiva de la Península Ibérica.

          Construida por Abderramán II en el año 835 d. C. como bastión para controlar la ciudad, que desde el año 805 se había rebelado continuamente contra el dominio emiral. Primera Alcazaba Árabe de la Península Ibérica. Es una construcción compleja, que consta de un gran recinto cuadrado de 130 metros de lado capaz de albergar un buen número de tropas. En su interior se encuentra un aljibe, edificio singular compuesto de una cistrena de agua filtrada desde el Guadiana a la que se accedía con un doble corredor desde el piso bajo de un a torre. El perímetro de la alcazaba es casi cuadrado, de unos 550 metros. Los muros, de unos 2,70 metros de grueso y 10 de altura, están fabricados en su mayoría con sillares reaprovechados de obras romanas y visigodas anteriores en granito y rellanando la estructura, tierra, piedras y argamasa. Adosados al muro se distribuyen unas veinticinco torres de base cuadrangular que además sirven de contrafuertes.

         A la alcazaba se accedía desde el puente romano a través de un pequeño recito fortificado denominado tradicionalmente "Alcazarejo". Por ésta gran barbacana se controlaba el paso de personas y mercancías a la ciudad de forma que el recinto militar principal quedaba totalmente independiente de la población civil. A este último se entra por un puerta flanqueada por dos torres sobre cuyo arco de herradura se conserva una de la inscripciones fundacionales de la Alcazaba:

          "En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso. Bendición de Dios y su protección para los que obedecen a Dios. Ordenó construir esta fortaleza y servirse de ella como refugio de los obedientes el emir Abd al-Rahman, hijo de al-Hakam -glorifiquele Dios-, por medio de su camil Abd Allah, hijo de Kulayb b. Talaba, y de Hayqar b. Mukabbis, su sirviente Sahib al-bunyan, en la luna del postrer rabi del año doscientos veinte" (abril del año 835 d. C.)

          En uno de sus extremos se construyó un convento para la Orden de Santiago, que actualmente es la sede de la presidencia del Gobierno de Extremadura. Junto al puente romano hay adosado otro recito más pequeño, el denominado "Alcazarejo", que controlaba el paso del río a la ciudad.

Espero os guste y sobre todo que dejéis vuestro comentarios.

Un Saludo.
Javi



jueves, 8 de mayo de 2014

Plutón

          En la mitología romana, Plutón ( en latín Pluto) era el dios del inframundo.  Plutón era hijo de Saturno y Ops, y esposo de Proserpina, a quien raptó para casarse con ella. La madre de Proserpina, Ceres, se afligió tanto que provocó el invierno.

          Su palacio se ubica en mitad del Tártaro, donde como soberano vela por la administración de su estado y dicta sus inflexibles leyes. Sus súbditos, sombras ligeras y miserables, son tan numerosos como las olas del mar y las estrellas del firmamento. Todo lo que la muerte cosecha sobre la Tierra vuelve a caer bajo el cetro de este dios, aumentando su riqueza o convirtiéndose en su presa. Desde el día en que inauguró su reino, ni uno de sus ministros infringió sus órdenes, ni uno de sus súbditos intentó una rebelión. De los tres dioses soberanos que controlan el mundo, él es el único que nunca ha de temer la insubordinación o la desobedecía y cuya autoridad se reconoce universalmente.

          Los romanos pusieron a Plutón no sólo entre los doce grandes dioses sino también entre los ocho dioses elegidos, que eran los únicos que estaban permitidos representar en oro, en plata y en marfil.


        
  En Roma había unos sacerdotes victimarios consagrados únicamente a Plutón. Sólo se le sacrificaban, como el Hades griego, víctimas de color oscuro y siempre en número par, mientras a otros dioses se les sacrificaban en número impar. Los sacrificios se reducían completamente a cenizas y el sacerdote no reservaba nada, ni para el pueblo ni para él. Antes de las inmolaciones, se cavaba un hoyo para recoger la sangre y se vertía el vino de las libaciones. Durante los sacrificios, los sacerdotes mantenían la cabeza descubierta y se recomendaba silencio absoluto a los ayudantes, más por respeto que por temor al dios.


          En Sicilia, los siracusanos le sacrificaban cada año dos toros negros cerca de la fuente de Ciane, donde la tradición situaba el rapto de Proserpina. En Roma, el 20 de junio, día de su fiesta, sólo abría el templo de Plutón, se le sacrificaban animales de pelaje oscuro y se dedicaba a su ira inflexible todos los condenados a muerte.
        De todos los dioses, Plutón era el más despiadado y temido por los hombres. Se le temía por su fealdad y la dureza de sus rasgos. Si bien era inflexible, se consideraba que era el más justo de todos los dioses, pues a su reino acababa llegando cualquier ser mortal más tarde o más temprano, sin importar su clase, rango o lugar de procedencia.


Espero no haberme extendido mucho y sobre todo que os guste.
Un Saludo.